Sínodo de los Jóvenes Salesianos 2024

10/09/2024
Sínodo de los Jóvenes Salesianos 2024

(Turín, Italia. 16 de agosto de 2024) Del 11 al 16 de agosto, poco más de 290 jóvenes provenientes de todo el mundo salesiano se reunieron en Valdocco y en el Colle Don Bosco en Turín, Italia para una experiencia sinodal de vida compartida, diversión, diálogo y enriquecimiento espiritual. Toda la experiencia fue denominada: “Sínodo Salesiano de los Jóvenes” y se llevó a cabo con motivo del bicentenario del sueño de los Nueve Años de Don Bosco.

Muchas Inspectorías de las Hijas de María Auxiliadora (FMA) y de los Salesianos de Don Bosco (SDB) prepararon a sus jóvenes de diversas maneras, para que se sintieran inspirados a “soñar” con el sueño que Dios tiene para ellos.

El Sínodo fue organizado en tres fases clave: la fase pre-sinodal, la celebración en Valdocco y Colle Don Bosco, y la fase de implementación Post-sinodal. Cada día del Sínodo se exploró un aspecto diferente del sueño de Don Bosco.

De este Sínodo han participado por parte nuestra Inspectoría de México-Guadalajara (MEG) los jóvenes Armando Quintero e Isabel Zapata. A su regreso manifiestan sentirse dispuestos a continuar con el sueño de Don Bosco y llevar a más jóvenes por el camino de la santidad, siendo felices y disfrutando la vida en plenitud:
«Compartir con otros jóvenes y salesianos de todo el mundo en tierra de Don Bosco fue asombroso y muy enriquecedor. Descubrí que el sueño que Juanito Bosco tuvo a sus 9 años, era de Dios para los jóvenes. Este acontecimiento ha transformado vidas, lo ha hecho con la mía. Esto me hace sentir bendecido y feliz. Quiero seguir colaborando en ese sueño, con sencillez y valentía, en respuesta al cariño y acompañamiento que se me ha dado», afirmó Armando.

Mientras que, Isabel comentó: «Gratitud es lo que siente mi corazón después de la experiencia que fue participar en el primer Sínodo Juvenil Salesiano junto jóvenes de más de 91 países. Poder compartir, dialogar y debatir las realidades que se viven en las obras salesianas de cada nación fue un trabajo sumamente lleno de aprendizajes y motivaciones. Estoy segura de que estos días, Don Bosco nos acompañó con una sonrisa, al ver lo lejos que ha llegado su sueño. Gracias a Dios por el regalo de la vida y la obra de Don Bosco. Gracias Don Bosco, porque me enseñaste a soñar y me guiaste en el camino».