Ciudad Juárez, Chihuahua. 28 de agosto de 2017 — La escuela terminaba y los patios del oratorio comenzaban a llenarse de niños y niñas para poder vivir un verano diferente. Vacaciones Felices con Jesús (Vafeje) es una experiencia que se da durante el mes de julio y en la que más de 800 niños desarrollaron sus habilidades en los diferentes centros de Ciudad Juárez: el Oratorio Don Bosco, el Oratorio Domingo Savio y el Oratorio Nuestra Señora de Guadalupe. En estos centros se realizaron diferentes actividades que se impartían de lunes a jueves por talleristas voluntarios, culminando la semana con un paseo a algún balneario de la ciudad.

Además de las actividades impartidas, jamás se olvidó el lado formativo de los muchachos. Los campistas recibían una catequesis de valores representados en diferentes dinámicas como son los sketches. Ahí se difundían valores como el respeto, la tolerancia y el amor, que sirvieron para dar un enfoque hacia las familias.
Después de la catequesis, los jóvenes pasaban a los diferentes talleres como parkour, cocina, modelaje, baile moderno y hawaiiano, tirolesa, experimentos, manualidades, pintura en cerámica, entre muchos otros. Por la tarde regresaban con ropa más cómoda para llevar a cabo sus deportes (futbol soccer, volibol, basquetbol y futbol americano) y sus juegos colaborativos.

Antes de culminar con esta experiencia de verano, jóvenes y voluntarios acamparon durante una semana fuera de la ciudad en un balneario de Nuevo Casas Grandes llamado Ojo Vareleño, en donde realizaron actividades como rallys, juegos masivos, juegos salesianos, entre otros. En este campamento se reunieron más de 400 chicos de los tres oratorios de la ciudad. Los muchachos de doce años en adelante realizaron una caminata de aproximadamente 40 minutos hacia el pueblo, en donde estuvieron en un evento de baile folklórico nacional.
Vacaciones Felices con Jesús es una experiencia que año con año se realiza para que, como su nombre lo dice, los niños y los adolescentes vivan un verano diferente y feliz en armonía con Jesús. Todo esto es gracias a los más de 200 voluntarios locales, foráneos, extranjeros y salesianos, que aportan de su tiempo para que la experiencia pueda llevarse a cabo. También se buscan auspiciantes para que la experiencia la puedan vivir personas de bajos recursos y que el campamento sea lo más autofinanciable posible.