X Encuentro Nacional de Pastoral Juvenil Universitaria: “Y Jesús se puso a enseñarles con calma”

22/08/2017
X Encuentro Nacional de Pastoral Juvenil Universitaria: “Y Jesús se puso a enseñarles con calma”

Córdoba, Veracruz. Agosto 21 de 2017 — Tuve la oportunidad de participar en el X Encuentro Nacional de Pastoral Juvenil Universitaria, que se realizó en la Ciudad de Córdoba, Veracruz, del 3 al 6 de agosto, del presente año. El Encuentro tuvo como lema la cita bíblica de Marcos 6, 34b: “Y Jesús se puso a enseñarles con calma”. El lema buscaba centrar el objetivo del encuentro: brindar líneas para la elaboración de un Manual de Pastoral Juvenil Universitaria.

Hubo cerca de 100 participantes, provenientes de varias diócesis del país y de algunas universidades privadas, incluida la UNID (maestros acompañados de un sacerdote Legionario de Cristo). Las temáticas fueron todas desarrolladas por miembros del equipo base (Equipo Nacional de PJU), a excepción de un invitado, el padre Crispín, de la diócesis de Tuxpan, Veracruz.

Como ya es tradición en cada encuentro, la actividad inicial fue una Hora Santa, con estilo juvenil, preparada con esmero por parte del equipo local de PJU, con la intención de poner en manos del Señor todos los trabajos que se irían a realizar en las siguientes jornadas. Tuve la oportunidad de ofrecer una guía con la que realizamos el ejercicio de la Lectio Divina con la que iniciamos los trabajos de la jornada del jueves, basada en la cita bíblica elegida como lema. Además, al ser responsable de la Espiritualidad del Equipo Nacional, estuve coordinando todos los momentos de oración del encuentro (alimentos, oraciones al final de cada jornada, eucaristías, etcétera).

Los días 4 y 5 de agosto se tuvieron jornadas intensas de trabajo, en las que fuimos analizando cada una de las partes del Manual de Orientaciones de PJU, con la finalidad de que los participantes conocieran el documento y tuvieran la oportunidad de hacer algunas sugerencias y opiniones para poder enriquecerlo y tener así la edición final, que se entregará, posteriormente, a cada diócesis, universidad o movimiento que lo solicite.

Cabe mencionar el sentido eclesial de nuestro encuentro, pues en casi todo el evento fuimos acompañados por monseñor Juan Armando Pérez Talamantes, obispo auxiliar y vicario general de la arquidiócesis de Monterrey, como obispo responsable de la DEMPAJ. Además, la eucaristía del 5 de agosto se celebró en la Iglesia Catedral y fue presidida por monseñor Eduardo Porfirio Patiño Leal, obispo de la diócesis de Córdoba.

El domingo se tuvo la conclusión del Encuentro y fuimos invitados a participar en la carrera anual que organiza la pastoral juvenil diocesana, evento que convoca a cerca de tres mil personas y titulada “Carrera por la paz”, motivando a llevar un mensaje de paz en un estado especialmente golpeado por la inseguridad.

Evaluando el evento, no en cuanto tal sino en su significación para mí, lo veo como muy positivo. Valoro poder convivir con sacerdotes diocesanos. Valoro poder conocer a jóvenes que, sin estar estructuras educativas de inspiración cristiana sino en universidades estatales, se están organizando para animar a otros jóvenes a vivir procesos de evangelización, ofreciendo además eventos de corte educativo-cultural. Pude conocer experiencias diocesanas de animación juvenil muy interesantes, llevadas adelante por los mismos jóvenes y asesorados por muchos laicos que les motivan a trabajar de manera creativa. En fin, me acerqué a otro tipo de ambiente católico-juvenil que desempeña su labor evangelizadora en contextos difíciles y con propuestas interesantes.

Agradezco la oportunidad que se me ha brindado en la Inspectoría y en mi comunidad para participar en este ambiente particular de la Pastoral Juvenil, ofreciendo mi experiencia salesiana y colaborando con la Iglesia de nuestro país. Al final del encuentro quedan muchas tareas pendientes en este ambiente de la PJU, y quedan muchas expectativas para poder incursionar como salesianos en este ambiente donde cada vez son más los jóvenes que pueden acceder a una institución universitaria y necesitan de orientaciones para vivir esta etapa de su vida como jóvenes creyentes que necesitan ir integrando gradualmente fe, cultura y vida.