Conclusión de la visita del Rector Mayor
23/04/2018
(Tijuana, Baja California - 23 de abril de 2018) - La última jornada del Rector Mayor en la inspectoría de Guadalajara, la del sábado 21, ha tenido al centro de la atención el tema de la inmigración, no como simple descripción de este fenómeno que, como el mismo P. Ángel señaló, “la humanidad nunca había vivido a estos niveles”, este día en cambio lo ha vivido el sucesor de Don Bosco como una oportunidad para tocar, en su versión de la frontera mexicana, la realidad de quien la sufre en primera persona.
En el desayunador salesiano “padre Chava” el Rector Mayor presidió la eucaristía con salesianos y colaboradores de esta obra que atiende diariamente a más de mil personas, principalmente hombres y mujeres, algunos con hijos pequeños, que han sido obligados a migrar desde el interior del país, pero también desde algún país centroamericano y en algunos casos desde algún otro continente. Hace no mucho por esta frontera se registró un éxodo de migrantes haitianos.
Subrayando la diferencia de motivaciones entre una obra social y la obra salesiana, el Rector Mayor recordó como criterio de la acción de las obras de Don Bosco “su caridad por las personas más necesitadas, principalmente los jóvenes”, una caridad que brota del amor de Dios, como se manifestó en lo que los apóstoles hicieron por el paralítico citado en Hechos de los apóstoles; en efecto le dieron lo mejor que tenían, la posibilidad de ser sanado “en nombre de Cristo resucitado”.
En la zona conocida como “el faro”, donde comienza la línea fronteriza entre México y Estados Unidos, y que no es sólo una formalidad que marca el límite entre ambos países, sino donde nace o termina un muro que se extiende por miles de kilómetros, incluso algunas decenas de metros sobre el mar, ahí el Rector Mayor ha podido conocer el drama que viven incontables familias que son divididas por ese muro: del lado mexicano quedan padres o madres que fueron deportados; del lado estadounidense quedan hijos que, habiendo nacido en esa nación, pudieron quedarse. Hablar a través del muro, bajo estricta vigilancia policial, es la única opción que tienen “convivir”, quedando descartada la posibilidad de intercambiar alguna caricia.
En las oportunidades de expresar a los salesianos alguna reflexión sobre lo vivido, el Rector Mayor ha dado a entender que lo que se está haciendo al momento a lo largo de esta frontera no está mal, pero evidentemente no es suficiente, “hay que hacer más”. Esta misma convicción ha quedado expresada en un video dirigido en particular a los salesianos del continente americano que será publicado en los próximos días.
También a través del video, el P. Ángel dejó algunas palabras de “hasta luego” a quienes forman parte -salesianos, laicos, animadores, jóvenes- de la inspectoría “Cristo Rey y María Auxiliadora” de México-Guadalajara.
La galería fotográfica de este día está disponible en: https://www.flickr.com/gp/141838374@N02/87001d